ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN COLOMBIA
Las elecciones en todo el país, del pasado 9
de marzo que eligió un nuevo Congreso de
la República para el periodo 2014-2018, en la cual como estaba previsto, no eran
muchas las esperanzas renovadoras, no solo por lo que en los últimos días han
dado por llamar la “mermelada”, que no es otra cosa que, una larga lista de
prebendas, contratos, puestos y compromisos “non santos”, entre el gobierno nacional
y los partidos y movimientos que conforman la también llamada “Unidad Nacional”,
no para gobernar de acuerdo al interés nacional sino, para garantizar no solo
la reelección del Presidente Santos sino también todo el programa neoliberal de
desarrollo económico y social que con los TLC; Reformas Tributarias, Laborales
y Pensionales; Privatizaciones; la entrega de
los recursos naturales atreves de concesiones leoninas, en las mal
llamadas locomotoras mineras, energéticas, de transporte, entre otras, política
neoliberal que por ya más de 2 décadas ha desangrado a Colombia junto a la
entrega del mercado y la mano de obra nacional a multinacionales y potencias
económicas extranjeras, estas que realidad son viejas lacras aumentadas por la
violencia y la guerra interna que ha desangrado a Colombia por más 50 años,
dejando a su paso una estela de
víctimas, entre muertos y desplazados; despojo de tierras, inmuebles, muebles y
enseres que en su gran mayoría han ido a parar a manos de los nuevos
terratenientes con vínculos narco paramilitar y a manos de multinacionales que
en complicidad con algunas autoridades
nacionales, regionales y locales ( ministros, directores de departamentos
descentralizados, notarios, registradores, alcaldes, empresarios, etc.) han
logrado “legalizar”, incluidas las miles y miles de hectáreas de reserva
natural.
Los Parlamentarios que el Centro democrático – de democrático
no tiene nada- sumados a los que el partido de La U., el partido Conservador,
Cambio Radical, El PIN y no pocos del partido Liberal fueron elegidos, hacen
una amplia mayoría que a todas luces van a refrendar una legislatura de
corrupción, entrega de la soberanía alimentaria, quiebra de la industria
nacional; refrendarán unos renglones de la economía propios de la conquista y
la colonia como es la minería, la ganadería extensiva, el cultivo de palma
africana, caña de azúcar, caucho sin mayor valor agregado; refrendarán la
entrada legal e ilegal de todo tipo de mercancías de mala calidad y sin la
intervención de mano de obra colombiana, bien paga.
Son muy pocos los Senadores y Representantes que
las fuerzas de Izquierda Democrática y de otras corrientes democráticas fueron electos con el voto popular, con el
voto de opinión libre de toda clase de chantajes y presiones; sin embargo hay
la certeza de que, estos representantes del querer nacional libraran la
batalla, la lucha parlamentaria tan vigente y de gran alcance como la
movilización, la protesta en las calles y campos de Colombia.
El voto en blanco, un opción política tan inútil
como equivocada, que al igual que la abstención, no resiste mayor análisis,
porque no requiere de ningún esfuerzo, puesto que por simplista y facilista fue impulsada por el
gobierno y sectores retardatarios que ven
amenazados sus particulares intereses en las contiendas electorales,
donde fluyen votantes con algún grado conciencia sobre los males que nos
aquejan y las transformaciones que
requiere nuestra Patria humillada y maltratada.
Aunque el panorama es desalentador, hay alguna
esperanza frente a las negociaciones que se llevan a cabo en la Habana, Cuba,
que pongan fin al conflicto armado, puesto que la unidad nacional de Santos en
este asunto, está de acuerdo, solo que la extrema derecha va a ir al congreso a
torpedearlo, son señores y señoras de la guerra, viven de ella, corrompen todo
lo que alrededor ella se mueve, no van dejar de asustarnos con el coco de las
farc., claro está que se requiere de la voluntad política de esta y que de una
vez por todas reconozcan que han estado equivocadas con la combinación de todas
las formas de lucha, cuyas primeras víctimas es la población civil más
necesitada de las regiones. En este punto los Parlamentarios de las fuerzas
Democráticas sí que van a tener que batirse, ojalá lo hagan de la mejor manera
por la Democracia, el desarrollo, el progreso y el bienestar de toda Colombia;
la lucha es sin cuartel y se debe dar desde todos los escenarios para que el
presente y futuro nos pertenezca.
Orlando Ardila
Almacenista
Colegio Nueva Esperanza.