RELATORES DEL DÍA



MI VIDA DEL CAMPO EN EL PASADO Y MI VIDA DEL PRESENTE EN LA CIUDAD
Luz Adriana Rodríguez





Mi nombre es luz Adriana Rodríguez y tengo 7 hermanos. Mi vida empezó cuando mi madre quedó embarazada y no le contó a mi padre por  temor de que se enojara. Ella vivía con mis hermanos en Mesetas, Meta. Entonces decidió seguir sola,  se fue para Carurú lugar en donde consiguió trabajo en una finca cocinándoles a 80 y hasta 90 trabajadores. A mi madre le empezaron los dolores el 4 de abril de 1997, ella se encerró en una pieza  porque no tenía ningún tipo de familiar  y a nadie que le ayudara, a ella misma le toco atenderse el parto y ahí nací yo a las 6:30 pm. Mi madre me cortó el ombligo con cuchilla de afeitar y me lo desinfectó con limón. 

Los años pasaron, mi madre conoció a un hombre el cual  yo, mi madre y mis hermanos  quisimos demasiado, lo consideré como mi padre  porque él siempre estuvo ahí protegiéndonos.  Era soldado profesional y cuando yo tenía 5 años él cayó en combate y lo mataron. A mi madre y a mí nos dio muy duro pero también en esos mismos años nos fuimos  vivir en la Cooperativa, Meta,  lugar en donde la guerrilla se llevó a mi hermana a quien queríamos demasiado. Toda la gente decía que ella era la mejor hija de mi mamá. Se llamaba  Franci y tenía 12 años mi madre le rogaba la guerrilla  que nos dejaran ver a mi hermana pero ellos nos decían que dejáramos de buscarla y si no nos mataban junto con mi hermana.

Luego mi hermana nos empezó a llamar  y le dijo a mi mama,  “mami tranquila que yo estoy bien y  voy a ser su mejor hija porque yo soy la que más le va a ayudar”, y no volvió a llamar. Sólo llamo 3 veces y no más, nosotros seguíamos viviendo en la Cooperativa y nos iba muy bien. Mi mamá y mi hermana trabajaban en una discoteca de meseras,  yo también trabajaba vendiendo limones,  empanadas,  tamales y también ayudando a  hacer oficio en casas, pero a los dos años la guerrilla empezó a amenazar a mi hermana mayor diciéndole  que la iban a matar que porque ella era paraca  pero lo que no se daban cuenta era que la estaban confundiendo entonces nos tocó venirnos para Bogotá y dejar todo porque ellos no nos entendían que mi hermana no tenía nada que ver con los paracos.



Nosotros llegamos sin nada a donde una tía, ella nos humillaba y no nos ayudaba en nada y como ella era la que mandaba en la casa dijo que la iba a mandar a arreglar y nos dejó en una sola pieza. El barrio estaba en tiempo de lluvia, la casa quedaba como metida entre un hueco y el agua se nos entraba.  Nosotros nos aburrimos y mi mamá le pidió ayuda a una amiga que tenía de hace muchos años y vivía en el mismo barrio, ella nos dio entrada en su casa pero a los dos años los del acueducto le pidieron vender la casa porque estaba en alto riesgo por causa de que estaba al pie del caño que divide Costa Rica y La Liliana, nos tocó volver a la casa en donde vivíamos sin importar que nos desentecharon y se nos entraba el agua porque la amiga de mi mama le tocó pagar arriendo en otra casa y quedaba mal nosotros de arrimados y ella pagando arriendo.



Pero al año compramos la casa, nos la  dieron porque mi mama había metido papeles para la vivienda de acción social y sí, le salió. Pensamos  que saliendo del campo y de los problemas que tuvimos en él, no tendríamos más dificultades, pero el barrio se encontraba con problemas de drogadicción, de robos y eso nos afectó muchísimo porque mi hermana cogió malas amistades de un novio que era vicioso.


Ella quedó en embarazo y trató de suicidarse tomándose un veneno para ratones mi mamá decidió mandarla para Villavicencio en donde no hay guerrilla y no tendría ningún problema para trabajar y ver por ella misma.

En la casa que nos dieron nos robaron varias veces, pero bueno  ahora estamos bien, mi mama consiguió un trabajo por días porque fue lo único que pudo conseguir. No tiene el bachillerato así que estudia en la noche. Gracias a Dios estamos bien aunque ya pasaron 10 años y todavía no sabemos nada de mi hermana.

El barrio mejoró ya no tenemos tantos problemas y vivimos bien. En el año 2011 conocí a mi hermano por parte de mi verdadero  papá pero me dio lástima que a mi verdadero papa lo mataron cuando yo tenía 7 años también por culpa de la guerrilla y yo tenía ganas de conocerlo porque nunca lo llegué a ver pero lo bueno es que estoy bien con tantas cosas que pasaron en mi vida. Que casi todo lo perdimos por culpa de la guerrilla pero no la esperanza de seguir adelante y encontrar a mi hermana.
Esta es mi historia y no la escribo sólo para que quede grabada  en sus memorias sino para que miren lo duro que es la vida. Y también para que aprendan que no importa lo que pase debemos seguir adelante y tener la esperanza en alto e intentar y hacer lo posible y lo imposible por cumplir sus sueños como lo hacemos mi familia y yo.



MI EMBARAZO

Angie Tatiana López López




Había  una vez una niña  llamada Angie Tatiana, ella era  muy alegre y divertida, tenía 14 años, salía mucho a bailar con amigos y amigas le gustaba vivir la vida, ella distinguía  muchos amigos con los que salía.

Un día distinguió  a un muchacho llamado Pablo con el que al sólo mirarse a los ojos se enamoraron. Él se tuvo que ir de viaje en época de diciembre y Tatiana le  prometió a Pablo que ella lo iba a esperar el tiempo que fuera y bueno paso un mes y así fue Pablo volvió y al otro  día de la llegado Pablo se encontró con Tatiana y se volvieron novios.

Todo era muy bueno  y estaban muy felices, al tiempo de siete u ocho meses Tatiana y Pablo tuvieron sus intimidades como cualquier pareja ella se entregó de amor pero bueno todo iba muy bien. Cuando paso un mes y Tatiana quedó embarazada eso para ella era algo que no lo podía creer, ella le conto a Pablo y a la familia de él.

Para ellos no fue muy bueno, pero tampoco lo tomaron a mal. Ahí,  el único problema era la mamá de Tatiana, porque ella en su vida pasada tuvo muchos problemas y no quería el mismo futuro para sus hijas. Pero ¡ya qué¡ llegó el momento en que Tatiana y Pablo pusieran la cara y le contaran todo a la mamá de Tatiana. 

Con mucho miedo y todo le contaron y la mamá de Tatiana lo tomó muy mal. Ese día hubo muchos problemas. La mamá de Tatiana estaba muy furiosa y los trataba muy mal a los dos, a Pablo y Tatiana. Bueno, al final de toda la discusión Pablo se fue muy mal muy triste a su casa y Tatiana llorando a su cama a dormir. Al otro día, Tatiana y su mamá hablaron bien ya sin peleas, pero igual, la mamá de Tatiana no quiera ver a Pablo. Decía  que con el tiempo iban a hablar y bueno pasó un mes y la mama de Tatiana se encontró con Pablo y  ese día fue que hablaron y ya todo volvió a la normalidad.

Tatiana iba a sus citas médicas y controles con su mamá y Pablo. Ella siguió estudiando y Pablo trabajando y estudiando a la vez. Pablo volvió a ir a la casa de Tatiana porque ya le tocaba para estar pendiente de Tatiana y su bebé que venía en camino. Todo volvió a la normalidad y estaban todos los familiares felices por el bebé que llegaba a la familia. Esperaban con ansias a esa criatura que venía en camino y Pablo y Tatiana al igual que la familia están muy felices a pesar de lo sucedido.  
                                                                                                        
!FIN¡


LA CALLE ES MI CASA

JESICA GAONA



Se llama  Carlos Arbeláez.  Él es un  indigente quien se levanta todas las la mañanas y los primero que  ve son los carros  que pasan por donde él duerme. Recoge sus cartones y se va a reciclar. Mientras recicla,  él tiene que  soportar insultos de la gente que lo mira como una persona  que no sirve para nada. Haciendo esto llegan las doce de mediodía, ya  tiene hambre  busca en la basura  lo que la gente bota, así sean huesos, después se pone  a pedir limosna  en un semáforo.

Hace parte de los ocho millones de indigentes que hay en Bogotá; en el pasado él era un niño, a quien su madre no le ponía cuidado porque ella era una persona  alcohólica, viciosa y su padre nunca lo conoció.  Él llegó a ser indigente a los 14 años,  cuando conoció a un amigo  que le mostró la droga como una salida y por eso él está acá  pidiendo limosna. Después que termina de pedir limosna él  se va a la calle llamada “L”, donde le venden la droga.  Allí  se fuma  eso que lo hace olvidar sus problemas.  A veces  lo hace porque su cuerpo ya lo pide por necesidad;  sin embargo, como todos es devoto a Cristo y a su sagrado Corazón.

A veces se pone a llorar  porque se acuerda de su infancia,  la cual fue muy dura. Pasa sus ratos libres mirándose  en un espejo y percibe la tristeza que se ve en sus ojos y dice como sería si yo no hubiera cogido esa vida. Ya llegó la noche y vuelve donde todos los días duerme. Al ver los carros que pasan se imagina  en uno de ellos, siendo una persona normal: dejando una enseñanza  la cual es valora lo que tengas y no desprecies lo que te dan tus padres.  

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