Ángela Becerra Camargo
Uno de los géneros literarios modernos que es mágico gracias a que su lectura es muy entretenida justamente por su brevedad, son los cuentos cortos. Los cuales en muy pocas palabras recrean una historia completísima a través del ingenio del autor.
Sin embargo, su redacción no es tan sencilla como su lectura, ya que requiere mucho trabajo para escoger las palabras correctas y más significativas para lograr en el lector el efecto deseado. Esta es una invitación, no solo para leer cuentos cortos, si no ¿por que no? arriesgarse a escribir uno propio. Porque siempre hay algo por decir, y esta es mi apuesta:
Tú eres y serás siempre mi mejor
recuerdo. Cuando jugabas en la calle con tu cabello largo trenzado, corriendo
tras la pelota o no dejándote alcanzar por ella. Tus cachetes colorados y las
gotas de sudor que rodaban por tu frente. ¿Te gustaba entonces? ¿Me podrías ver
algún día con amor?
Por supuesto que no, me mirabas como si fuera una ventana muy
limpia, nunca te fijaste que estuve ahí, frente a ti, siempre. Incluso me
buscabas, me abrazabas, te apoyaste en mí muchas veces, corriste a mí
alrededor y me usaste como escudo
protector para no ser descubierta.
Pero creciste, te cansaste y me
dejaste solo. Y ahora después de muchos
años vuelves a mí, buscas nuevamente mi protección, pero
ahora vienes acompañada por un nuevo amor y ustedes se sientan en mis pies a
demostrarse su cariño. Mientras yo sigo aquí plantado, envidiando la suerte de
aquel aparecido y esperando que algún día me quieras.
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