jueves, 23 de abril de 2020

Año 8 N° 2: Poema "En tiempos de pandemia" y Día de la Tierra


Aprendo en casa: Hay esperanza
Una de las más famosas alusiones a la esperanza proviene del mito griego de Pandora narrado por Hesíodo.
Para castigar a Prometeo por robar el fuego, Zeus regala a los hombres (que hasta ese momento habitaban la tierra sin maldad, enfermedad ni muerte) a la primera mujer, armada con belleza y engaños, la llama Pandora porque fue hecha con todas las virtudes de los dioses para engañar a aquellos que de pan se alimentan. Sin mayores explicaciones Hesíodo afirma simplemente que, una vez recibida entre los hombres por el incauto Epimeteo, tal mujer levantó la tapa de una tinaja y de ella salieron los males que aquejan desde entonces a los hombres. Finalmente: Sola, allí dentro quedaba la Esperanza, en indestructible mansión, bajo los bordes de la tinaja—y no voló fuera: antes le puso Pandora la tapa, según designios del egidíforo Zeus.

El relato, hay que decirlo de antemano, aunque presenta una visión retorcida de la figura de la mujer en la sociedad con espíritu de perra y corazón ladino (astuto), deja ver su carácter e intención formativa.
Para los griegos la esperanza presenta dos caras, dependiendo de lo que se pueda esperar, si es algo bueno se convierte en ilusión, si es algo malo se convierte en inquietud.
Es así desde la visión griega manifiesta en “Los trabajos y los días” porque los dioses tienen oculta la vida a los hombres; si no, fácilmente trabajarías en un solo día lo bastante para tener hacienda por todo el año, sin necesidad de proseguir la faena. Es decir, la esperanza como don divino dota al ser humano de la posibilidad de mirar por encima y más allá de los límites de su condición malvada, enferma y mortal, ya que al lado de la desgracia aparece siempre el bien si actuamos de manera correcta frente a los demás.
En el presente contexto y como lo podrán observar en los aportes de las familias NEOESPERANCINAS podemos ver que esta situación no es más que la oportunidad para hacer un alto como individuos y como sociedad y que esto nos sirva para corregir el rumbo hacia un mundo mejor.
 En nuestra segunda entrega de nuestra revista virtual compartimos con ustedes la reflexiones hechas a propósito del poema de Kitty O'Meara:

En tiempos de Pandemia
(2020)

Y la gente se quedó en casa.

Y leyó libros y escuchó.

Y descansó y se ejercitó.

E hizo arte y jugó.

Y aprendió nuevas formas de ser.

Y se detuvo.

Y escuchó más profundamente. Alguno meditaba.

Alguno rezaba.

Alguno bailaba.

Alguno se encontró con su propia sombra.

Y la gente empezó a pensar de forma diferente.

Y la gente se curó.

Y en ausencia de personas que viven de manera ignorante.

Peligrosos.

Sin sentido y sin corazón.

Incluso la tierra comenzó a sanar.

Y cuando el peligro terminó.

Y la gente se encontró de nuevo.

Lloraron por los muertos.

Y tomaron nuevas decisiones.

Y soñaron nuevas visiones.

Y crearon nuevas formas de vida.

Y sanaron la tierra completamente.

Tal y como ellos fueron curados.

Damos inicio con el aporte de la estudiante Yurani Stephanie Landazuri Santana y su familia: 



Seguimos con el estudiante Juan Felipe Montaño Vega y su familia:










Ahora tenemos con nosotros a la estudiante María Camila Romero Rojas y su familia: 


Terminamos esta sección con el aporte del estudiante Juan David Arévalo León y su familia: 



Día de la tierra

Tenemos en este segmento el aporte de la maestra Katherine Mora y sus estudiantes de grado Quinto:





Eso es todo en esta entrega. En la próxima entrada encontrarás la siguiente propuesta de trabajo. 
  
Nos vemos pronto



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